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61%Patagonia | Un majestuoso ritual de los ciervos
Temporada de Brama en la Reserva Provincial Parque Luro
En una jornada llena de emoción y belleza natural, el Gobierno de La Pampa, a través de la Secretaría de Turismo, presentó la Temporada de Brama en la Reserva Provincial Parque Luro, atrayendo la atención de miles de turistas que se esperan visiten el lugar en los próximos dos meses.
20.03.2024 19:12 | Secretaria de Turismo de La Pampa |
El evento contó con la participación del Secretario de Turismo, Saúl Echeveste, quien expresó su gratitud al personal de la secretaría y al gobernador Sergio Ziliotto por su apoyo al turismo provincial, reconociendo la importancia de resaltar los atractivos de La Pampa. Asimismo, diputados provinciales, intendentes, referentes de turismo y cultura, y autoridades gubernamentales se hicieron presentes para celebrar esta ocasión especial.
Tras el acto inaugural, más de 200 personas se sumaron a una caminata por los senderos del parque, disfrutando del encantador atardecer pampeano y del avistaje de los ciervos colorados en su hábitat natural. La jornada culminó con un emocionante show en vivo a cargo de Laura Gómez Weizz, El Entrevero y el personal del parque, brindando entretenimiento y celebrando la riqueza natural de la región.
Brama en Parque Luro
La Reserva Provincial Parque Luro, reconocida por la presencia de animales que viven en libertad en sus bosques de caldén, ofrece a los visitantes la oportunidad única de presenciar la brama de los ciervos durante los meses de marzo y abril. Este espectáculo anual, guiado por expertos del parque, es una experiencia inolvidable que destaca la belleza y diversidad de la fauna pampeana.
Los avistajes se realizan de día y de noche. Con luz natural se observa el comportamiento de las manadas mientras pasean su porte y cornamentas imponentes. De noche, los ciervos se encuentran en un gran salar y comienzan a disputar el territorio y las hembras en celo. El macho lleva a cabo la ceremonia de cortejo amoroso y emite un aullido que se escucha a mucha distancia. No faltan las peleas con sus cuernos, las corridas, ataques y defensas para lograr su cometido.
Las caminatas hacia los puntos de observación constituyen una experiencia magnífica que puede realizarse en familia y que se encuadra entre los actos naturales de los grandes mamíferos en un ámbito adecuado. Solo hay que estar atentos a la época en que ocurre y estar listos para recrear la vista.
Los servicios de visitas guiadas en la temporada de brama, así como la gastronomía, el alojamiento y la proveeduría son brindados por el concesionario Churrinche.
Los ciervos
Los momentos de mayor actividad de los ciervos son el atardecer, la noche y el amanecer en el Parque Luro. Allí viven más de mil ejemplares de ciervo colorado -también llamado ciervo rojo de los Cárpatos-, y es una especie exótica junto con los jabalíes, que introdujo Pedro Luro (1861-1927) desde Europa.
Esa especie se adaptó perfectamente al lugar y, en la actualidad, todo el bosque de caldén y pastos de esta región de La Pampa está poblado por los ejemplares de ciervo colorado.
Los visitantes deben observar a los animales desde una distancia prudencial, sin que ellos noten la presencia humana, avanzando con un guía por los senderos hasta llegar a los miradores de bajo impacto ambiental, ya que están acondicionados con maderas y usan elevaciones naturales del terreno.
Durante la brama, los machos cuidan el harén y rechazan a otros machos con bramidos y peleas, mientras marcan el territorio en el bosque dejando marcas en los árboles con la cornamenta y secretando una sustancia particular.
Tras el acto inaugural, más de 200 personas se sumaron a una caminata por los senderos del parque, disfrutando del encantador atardecer pampeano y del avistaje de los ciervos colorados en su hábitat natural. La jornada culminó con un emocionante show en vivo a cargo de Laura Gómez Weizz, El Entrevero y el personal del parque, brindando entretenimiento y celebrando la riqueza natural de la región.
Brama en Parque Luro
La Reserva Provincial Parque Luro, reconocida por la presencia de animales que viven en libertad en sus bosques de caldén, ofrece a los visitantes la oportunidad única de presenciar la brama de los ciervos durante los meses de marzo y abril. Este espectáculo anual, guiado por expertos del parque, es una experiencia inolvidable que destaca la belleza y diversidad de la fauna pampeana.
Los avistajes se realizan de día y de noche. Con luz natural se observa el comportamiento de las manadas mientras pasean su porte y cornamentas imponentes. De noche, los ciervos se encuentran en un gran salar y comienzan a disputar el territorio y las hembras en celo. El macho lleva a cabo la ceremonia de cortejo amoroso y emite un aullido que se escucha a mucha distancia. No faltan las peleas con sus cuernos, las corridas, ataques y defensas para lograr su cometido.
Las caminatas hacia los puntos de observación constituyen una experiencia magnífica que puede realizarse en familia y que se encuadra entre los actos naturales de los grandes mamíferos en un ámbito adecuado. Solo hay que estar atentos a la época en que ocurre y estar listos para recrear la vista.
Los servicios de visitas guiadas en la temporada de brama, así como la gastronomía, el alojamiento y la proveeduría son brindados por el concesionario Churrinche.
Los ciervos
Los momentos de mayor actividad de los ciervos son el atardecer, la noche y el amanecer en el Parque Luro. Allí viven más de mil ejemplares de ciervo colorado -también llamado ciervo rojo de los Cárpatos-, y es una especie exótica junto con los jabalíes, que introdujo Pedro Luro (1861-1927) desde Europa.
Esa especie se adaptó perfectamente al lugar y, en la actualidad, todo el bosque de caldén y pastos de esta región de La Pampa está poblado por los ejemplares de ciervo colorado.
Los visitantes deben observar a los animales desde una distancia prudencial, sin que ellos noten la presencia humana, avanzando con un guía por los senderos hasta llegar a los miradores de bajo impacto ambiental, ya que están acondicionados con maderas y usan elevaciones naturales del terreno.
Durante la brama, los machos cuidan el harén y rechazan a otros machos con bramidos y peleas, mientras marcan el territorio en el bosque dejando marcas en los árboles con la cornamenta y secretando una sustancia particular.
