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Patagonia | una simpática especie que cautiva a los visitantes

Puerto Deseado espera los Penacho Amarillo

Como cada año, la única colonia de pingüinos del hemisferio sur comenzará a poblarse con la llegada de los penacho amarillo, cuyos machos iniciarán la ceremonia de preparación del hábitat, para dar cumplimiento a la etapa natural de apareamiento y anidada multiplicando la especie. 

13.10.2016 17:23 |  Secretaria de Turismo de Puerto Deseado | 

Unas doscientas cincuenta familias compartirán la isla acaparando las miradas de quienes llegan a conocerlos. Estos curiosos personajes miden unos 55 centímetros de alto y pesan alrededor de tres y medio kilos, pero lo más sobresaliente en una ceja de plumas llamativamente amarillas que enmarcan sus ojos de un rojo profundo.

Indudablemente, resultan muy peculiares estos tiernos animalitos que naturalmente irradian simpatía, pero hay que tener precauciones ya que ante alguna presencia inhabitual, utilizan su pico para alejar cualquier alternativa de peligro.

Se alimentan de kril, pulpos, crustáceos, plancton, calamar y todo tipo de peses pequeños. El nombre pingüino se relaciona con el de Puerto Deseado. Los primeros europeos en ver estos ejemplares probablemente hayan sido los tripulantes de la expedición portuguesa de Bartholomeu Dias de Novaes en 1487, en ocasión de llegar al sur de África.

La primera documentación sobre avistajes corresponde a la expedición, también portuguesa, de Vasco de Gama de 1497 cuando describieron a los pingüinos observados en la costa austral del continente africano. En las costas patagónicas, los expedicionarios de Magallanes fueron los que tuvieron ese privilegio en 1520.

En la obra de Diego Bigongiari “Las mejores crónicas marinas”, se sostiene que “los pingüinos fueron llamados así por la gente de Drake y Cavendish, porque la palabra deriva del galés “pen-gwyn”, o “cabeza blanca”. Lo más probable es que el origen de la palabra se deba a los tripulantes del corsario que hablaban galés

Cavendish, es a quien se le debe el nombre de Puerto Deseado, ya que este navegante bautizó así al puerto natural cuando recaló en 1586, “Desire” era el nombre de su nave.


CADA MACHO PREPARA SU HOGAR
Estrellas de cine, simpáticos en su andar y de gracioso atuendo, cuyo plumaje asemeja un smoking, estos representantes faunísticos comenzarán a emerger en las costas de la ciudad santacruceña para conseguir la calidad del hábitat que permitirá multiplicar la especie, con cada anidada.
Año a año, Puerto Deseado multiplica las posibilidades de tomar contacto directo con una naturaleza en ciertas zonas aún virgen, para desplegar todo su encanto y permitirnos disfrutar y conocer aún más esta ciudad pesquera, inmersa en una interesante historia de lucha y trabajo.
“Bonitos y gorditos” como los califican los compañeros de aventuras en la película de Madagascar, la única colonia de penachos amarillos poblará las costas de Isla Pingüino, recreando una llamativa ciudad de estos simpáticos ejemplares marinos que despierta la ternura y admiración de grandes, y chicos.
Son los más pequeños de los pingüinos crestados. El estado de conservación de esta especie es vulnerable debido a la desaparición de un 24% de su población en los últimos treinta años.
El rojo en sus ojos, en contraste con el amarillo de sus cejas genera una sonrisa y sentimiento de ternura para los turistas que tienen la posibilidad de verlos desde pocos metros, mientras ellos saltan ágilmente de roca en roca. Las hembras cuidan celosamente a sus crías, y no permiten que ellas corran peligro y para protegerlas son capaces de atacar a picotazos a los turistas desprevenidos.

PARA SEGUIR RECORRIENDO
Una multiplicidad de alternativas para conocer aún más en Puerto Deseado. Navegar por la Ruta de Darwin o la Ría; Museo del Tren conociendo los pormenores del tramo Deseado-Nahuel Huapi; la odisea del naufragio de la corbeta inglesa Swift, mientras patrullaba las costas sureñas en el Museo Mario Brozoski; recorrer las calles de la ciudad donde antiguamente se erigía el primer fuerte español por estos lares; más ecoturismo en Cabo Blanco llegando también a la reserva de lobos marinos, y Bosque Petrificado Jaramillo.
Una gastronomía exquisita y particular con preparaciones tradicionales y recuerdos de todo tipo para un turismo que no sólo quiera recordar esta maravillosa ciudad sino desear volver a seguir conociendo muchos otros rincones de Puerto Deseado.