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Fortalezas medievales de Castilla y León
El nombre de Castilla no significa otra cosa que “tierra de Castillos”. A lo largo de la Edad Media, su condición de frontera entre cristianos y musulmanes (siglos IX-XI) dio un primer impulso a la construcción de fortalezas y castillos.
09.03.2015 09:58 | Portal de promoción de la cultura de España |
Más tarde, las luchas entre las diversas familias nobles y la realeza (siglos XII-XV) obligaron a levantar nuevas fortificaciones. Un viaje a seis de las mejores conservadas es un motivo perfecto para conocer mejor estas tierras y sus gentes.
Esta ruta, es un recorrido de varios días, en la villa de Ampudia. En el centro de la población se levanta su Castillo del siglo XV, muy bien conservado y restaurado. Su robusto recinto está protegido por cuatro torreones, y posee todos los elementos tradicionales de los castillos medievales: almenas, adarves, barbacanas y foso. Aunque es de propiedad privada, puede visitarse, y en su interior alberga un museo de arte y antigüedades.
El primer desplazamiento conduce, a través de los típicos paisajes castellanos de páramos y campiñas, a la villa de Peñafiel, situada a unos 75 kilómetros, junto al río Duero. En un espolón rocoso se alza su Castillo medieval, edificado en el siglo XI y reconstruido en los siglos XIV-XV. Su peculiar forma (su recinto amurallado adopta la silueta alargada del cerro) se ha convertido en una de las estampas españolas más famosas: a lo lejos, da la impresión de un barco varado en medio de un mar de campos y trigales. Además, alberga el Museo Provincial del Vino.
A continuación, se sigue hacia la ciudad de Segovia, situada a unos 90 kilómetros. Allí se visitará su famoso Alcázar, una de las imágenes más emblemáticas de España. Es un imponente edificio gótico (siglos XIV-XV), que Felipe II transformó en el siglo XVI en el estilo herreriano que hoy presenta. Fue residencia de los reyes castellanos y españoles durante dos siglos. Su aspecto y su situación (está encaramado sobre el desfiladero bajo el que corren las aguas de los ríos Eresma y Clamores) nos hace imaginar un mundo de princesas, caballeros, brujas y dragones.
El Castillo de Coca es el siguiente objetivo. Situada a 50 kilómetros de Segovia, la villa de Coca que hoy contemplamos es la heredera de la ciudad celtibérica de Cauca, conquistada por los romanos en el año 151 a.C. Allí nació cuatro siglos más tarde el emperador Teodosio. Su castillo es completamente diferente a los anteriores: fue construido en estilo mudéjar del siglo XV, a base del característico ladrillo rojo. Tiene tres recintos de muros, foso con puente levadizo, patio de armas y una espléndida torre del homenaje.
También mudéjar es el penúltimo de los castillos de esta ruta. El Castillo de la Mota está situado a 35 kilómetros de Coca, en la villa de Medina del Campo. Fue construido en el siglo XV, usando hormigón y ladrillo rojo, y posee cuatro recintos protegidos por enormes murallas, además de una monumental torre del homenaje. Precisamente en ese siglo XV, Medina del Campo conocía su máximo esplendor: sus ferias llegaron a ser las más importantes de toda Europa, y en ellas se utilizó, por vez primera, la letra de cambio. Allí falleció también la reina Isabel I de Castilla, Isabel la Católica.
A través de los viñedos de Rueda y de Toro que atraviesa la carretera, se llega finalmente a la ciudad de Zamora, situada junto al Duero y en plena Ruta de la Vía de la Plata, a unos 85 kilómetros de Medina del Campo. El casco antiguo de la capital del románico está presidido por el Castillo medieval (siglo XII), restaurado en 2009, y la silueta de su espléndida catedral románica, situados ambos frente a frente. Del castillo surgen los tres recintos de murallas de la misma época que rodean el núcleo histórico.
Uno de los mayores atractivos de esta ruta son las fiestas populares a las que podemos asistir. Así, las Semanas Santas de Zamora, Segovia y Medina del Campo, son de las tres más conocidas de toda España.
Castillo de Peñafiel - Una muestra del gótico germánico.
El Castillo de Peñafiel está construido con piedra de Campaspero y es una muestra del gótico germánico. Sus dimensiones son 210 metros de largo, por 33 de ancho.
Este castillo está ubicado en un cerro desde donde se pueden ver los valles Duratón y Botijas. Su aspecto exterior es liso y tiene una sola puerta. La torre del homenaje tiene planta rectangular, sobrepasa los 30 metros de altura y 14,5 por 20 de base y está coronada por ocho torrecillas. La torre está flanqueada por dos patios. El interior del castillo tiene dos plantas con bóveda de piedra. Fue declarado Monumento Nacional en 1917. Actualmente es sede de la Fundación Museo Provincial del Vino de Valladolid.
Alcázar de Segovia
Ubicado en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores, la primera referencia que existe por escrito de su existencia es cristiana y data de principios del siglo XII. Fue construido sobre una roca, que indica su original empleo militar. Sirvió de residencia para Alfonso VIII. En el siglo XIII el edificio adquirió aspecto gótico con la intervención de los arquitectos de Juan II y Enrique IV. La última fase arquitectónica la sufre en el año 1.587, de la mano del arquitecto Francisco de Mora, posiblemente en colaboración con Juan de Herrera, que realiza el Patio Principal y La Escuela de Honor. En 1.764, Carlos II establece aquí el Real Colegio de Artillería. El edificio posee numerosos pasadizos secretos que bajan hasta el río y comunican con algunos palacios de la ciudad.
Castillo de Coca
Fue construido por el arzobispo de Sevilla y señor de Coca y Alaejos, Don Alonso de Fonseca. Durante las guerras de las Comunidades se mantuvo fiel a Carlos V.
Es una mezcla de arquitectura militar occidental y árabe, algo que se pone de manifiesto en la decoración. Tiene planta cuadrada, foso y dos recintos amurallados, lo que le confiere el carácter de inexpugnabilidad que le ha caracterizado a lo largo de los siglos. En el segundo recinto se encuentra la torre del homenaje. Su fábrica es de ladrillo con gran decoración en los muros. El interior es de gran lujo y fastuosidad, y conserva la decoración mudéjar. Debido a su grandiosidad fue usado más como palacio que como fortaleza. Es una de las obras cumbres del mudéjar militar.
Castillo de la Mota
La gran torre de Castilla.
Es uno de los castillos con mayores dimensiones de Castilla. Se utilizó como fortaleza y en su tiempo era un centro estratégico militar.
La planta del castillo tiene forma trapezoide. La entrada principal se presenta con un puente fijo, antaño levadizo. Una vez se cruza el puente se observa un arco con dos torretas y escudo real de los Reyes Católicos. El interior está compuesto por cuatro torres con un patio, en el que se distribuyen las estancias de la edificación. Fue archivo de la Corona en el reinado de Enrique IV. Se le dio un uso militar y como almacén de artillería, dadas sus enormes dimensiones. Será uno de los objetivos de los realistas en el alzamiento de los comuneros en el siglo XVI. Sirvió como prisión de personajes ilustres de los siglos XVI y XVII, y albergó en sus dependencias a Juana la Loca. En la posguerra de la guerra civil, a partir de 1942, se erige como escuela de formación.
Esta ruta, es un recorrido de varios días, en la villa de Ampudia. En el centro de la población se levanta su Castillo del siglo XV, muy bien conservado y restaurado. Su robusto recinto está protegido por cuatro torreones, y posee todos los elementos tradicionales de los castillos medievales: almenas, adarves, barbacanas y foso. Aunque es de propiedad privada, puede visitarse, y en su interior alberga un museo de arte y antigüedades.
El primer desplazamiento conduce, a través de los típicos paisajes castellanos de páramos y campiñas, a la villa de Peñafiel, situada a unos 75 kilómetros, junto al río Duero. En un espolón rocoso se alza su Castillo medieval, edificado en el siglo XI y reconstruido en los siglos XIV-XV. Su peculiar forma (su recinto amurallado adopta la silueta alargada del cerro) se ha convertido en una de las estampas españolas más famosas: a lo lejos, da la impresión de un barco varado en medio de un mar de campos y trigales. Además, alberga el Museo Provincial del Vino.
A continuación, se sigue hacia la ciudad de Segovia, situada a unos 90 kilómetros. Allí se visitará su famoso Alcázar, una de las imágenes más emblemáticas de España. Es un imponente edificio gótico (siglos XIV-XV), que Felipe II transformó en el siglo XVI en el estilo herreriano que hoy presenta. Fue residencia de los reyes castellanos y españoles durante dos siglos. Su aspecto y su situación (está encaramado sobre el desfiladero bajo el que corren las aguas de los ríos Eresma y Clamores) nos hace imaginar un mundo de princesas, caballeros, brujas y dragones.
El Castillo de Coca es el siguiente objetivo. Situada a 50 kilómetros de Segovia, la villa de Coca que hoy contemplamos es la heredera de la ciudad celtibérica de Cauca, conquistada por los romanos en el año 151 a.C. Allí nació cuatro siglos más tarde el emperador Teodosio. Su castillo es completamente diferente a los anteriores: fue construido en estilo mudéjar del siglo XV, a base del característico ladrillo rojo. Tiene tres recintos de muros, foso con puente levadizo, patio de armas y una espléndida torre del homenaje.

A través de los viñedos de Rueda y de Toro que atraviesa la carretera, se llega finalmente a la ciudad de Zamora, situada junto al Duero y en plena Ruta de la Vía de la Plata, a unos 85 kilómetros de Medina del Campo. El casco antiguo de la capital del románico está presidido por el Castillo medieval (siglo XII), restaurado en 2009, y la silueta de su espléndida catedral románica, situados ambos frente a frente. Del castillo surgen los tres recintos de murallas de la misma época que rodean el núcleo histórico.
Uno de los mayores atractivos de esta ruta son las fiestas populares a las que podemos asistir. Así, las Semanas Santas de Zamora, Segovia y Medina del Campo, son de las tres más conocidas de toda España.
Castillo de Peñafiel - Una muestra del gótico germánico.
El Castillo de Peñafiel está construido con piedra de Campaspero y es una muestra del gótico germánico. Sus dimensiones son 210 metros de largo, por 33 de ancho.
Este castillo está ubicado en un cerro desde donde se pueden ver los valles Duratón y Botijas. Su aspecto exterior es liso y tiene una sola puerta. La torre del homenaje tiene planta rectangular, sobrepasa los 30 metros de altura y 14,5 por 20 de base y está coronada por ocho torrecillas. La torre está flanqueada por dos patios. El interior del castillo tiene dos plantas con bóveda de piedra. Fue declarado Monumento Nacional en 1917. Actualmente es sede de la Fundación Museo Provincial del Vino de Valladolid.
Alcázar de Segovia

Ubicado en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores, la primera referencia que existe por escrito de su existencia es cristiana y data de principios del siglo XII. Fue construido sobre una roca, que indica su original empleo militar. Sirvió de residencia para Alfonso VIII. En el siglo XIII el edificio adquirió aspecto gótico con la intervención de los arquitectos de Juan II y Enrique IV. La última fase arquitectónica la sufre en el año 1.587, de la mano del arquitecto Francisco de Mora, posiblemente en colaboración con Juan de Herrera, que realiza el Patio Principal y La Escuela de Honor. En 1.764, Carlos II establece aquí el Real Colegio de Artillería. El edificio posee numerosos pasadizos secretos que bajan hasta el río y comunican con algunos palacios de la ciudad.
Castillo de Coca
Fue construido por el arzobispo de Sevilla y señor de Coca y Alaejos, Don Alonso de Fonseca. Durante las guerras de las Comunidades se mantuvo fiel a Carlos V.
Es una mezcla de arquitectura militar occidental y árabe, algo que se pone de manifiesto en la decoración. Tiene planta cuadrada, foso y dos recintos amurallados, lo que le confiere el carácter de inexpugnabilidad que le ha caracterizado a lo largo de los siglos. En el segundo recinto se encuentra la torre del homenaje. Su fábrica es de ladrillo con gran decoración en los muros. El interior es de gran lujo y fastuosidad, y conserva la decoración mudéjar. Debido a su grandiosidad fue usado más como palacio que como fortaleza. Es una de las obras cumbres del mudéjar militar.
Castillo de la Mota
La gran torre de Castilla.
Es uno de los castillos con mayores dimensiones de Castilla. Se utilizó como fortaleza y en su tiempo era un centro estratégico militar.
La planta del castillo tiene forma trapezoide. La entrada principal se presenta con un puente fijo, antaño levadizo. Una vez se cruza el puente se observa un arco con dos torretas y escudo real de los Reyes Católicos. El interior está compuesto por cuatro torres con un patio, en el que se distribuyen las estancias de la edificación. Fue archivo de la Corona en el reinado de Enrique IV. Se le dio un uso militar y como almacén de artillería, dadas sus enormes dimensiones. Será uno de los objetivos de los realistas en el alzamiento de los comuneros en el siglo XVI. Sirvió como prisión de personajes ilustres de los siglos XVI y XVII, y albergó en sus dependencias a Juana la Loca. En la posguerra de la guerra civil, a partir de 1942, se erige como escuela de formación.
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