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Destinos | Paisajes únicos y diversos

Conociendo el Patrimonio Natural de Zamora

Zamora es una provincia situada en el noroeste de la comunidad de Castilla y León, España, a tan solo 255 km de Madrid. Su estratégica localización geográfica, encrucijada de caminos en la Vía de la Plata, y la calidad de su oferta turística y cultural hacen de Zamora un lugar especial.

08.11.2024 10:45 |  Patronato Provincial de Turismo de Zamora | 

Una ciudad hermosa, tranquila e ideal para pasear. Con sus 166.927 habitantes (según datos el 2023) , puede presumir de ser una pequeña ciudad pero con paisajes encantadores, grande en historia, cultura y oferta patrimonial.
La provincia de Zamora cuenta con una zona montañosa al noroeste, ocupada por parte de los montes de León, y una llanura meseteña en la zona centro, este y sur. El clima es mediterráneo continentalizado, con temperaturas bajas en invierno y calurosas en verano. La provincia también cuenta con una zona de clima de montaña en la comarca de Sanabria.

Aqui podremos apreciar algunos lugares de su rico patrimonio natural.

► La Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica
Con sus 11.326 kilómetros cuadrados que abarcan la raya fronteriza entre las provincias de Zamora y Salamanca y el espacio nordeste transmontano de Portugal, constituye la más grande de este carácter en toda Europa. Un total de ochenta y siete municipios, de los que casi la mitad corresponden a Zamora, integran este espacio sostenible, declarado por la UNESCO como Reserva en 2015 y que incluye nada menos que cuatro Parques Naturales y diversos espacios de la Red Natura 2000.
  • Paisajes únicos y diversos - Un impresionante mosaico de paisajes notables y diversos forman parte de este espacio único, donde pueden contemplarse desde cimas de más de 2.000 metros de altitud del Parque Natural del Lago de Sanabria y alrededores, lleno de lagunas, valles encajados, morrenas y el mayor lago de origen glaciar de la península ibérica, hasta uno de los espacios geológicos más antiguos, integrado en el Parque Natural de Montesinho, que permiten observar fragmentos con muchos millones de años de viejos continentes bajo las montañas bajas y colinas de esta zona. El espectáculo paisajístico se completa con los magníficos cañones fluviales abiertos por el río Duero y su afluente Águeda en la misma raya fronteriza, que conforman el Parque Natural de los Arribes y el Parque Natural Douro Internacional.
  • Biodiversidad y riqueza - La Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica es también un espacio fronterizo entre los climas mediterráneo y atlántico, lo que explica la enorme biodiversidad de fauna y de flora, donde se refugian especies en peligro de extinción y varios tesoros botánicos. La mayor densidad de lobos de Europa habita las serranías de la Culebra, y comparten territorio con venados, jabalíes y por supuesto con los rebaños de ovejas, que constituyen una de las fuentes de riqueza de los pueblos de la zona. También pueden verse cigüeñas negras, águilas y alimoches, entre otras muchas especies en los escarpes de los Arribes y el Douro Internacional, así como especies de mariposas exclusivas y rarezas como el mejillón de río o la lamprea.
  • Arquitectura popular, fiestas y gastronomía -Y por supuesto una enorme riqueza patrimonial y cultural, que puede visitarse en los numerosos pueblos de este espacio lleno de historia y tradiciones, con una gastronomía propia de enorme calidad en la que destaca la carne, quesos y los productos silvestres que proceden de sus montes y los frutos mediterráneos del valle del Duero, como las naranjas, almendras y el aceite.
Conociendo el Patrimonio Natural de Zamora

► Parque Natural de los Arribes del Duero

El Parque Natural de los Arribes del Duero, de 106.105 hectáreas compartidas entre las provincias de Zamora y Salamanca, se caracteriza por el profundo cañón abierto por el cauce del río, con paredes que sobrepasan en muchos puntos los 200 metros de altura. A lo largo de unos 80 kilómetros (cincuenta compartidos con la frontera portuguesa), el Duero desciende rápidamente de altitud. Ello ha hecho posible la existencia de un impresionante complejo de presas de producción hidroeléctrica, que incrementan la dimensión acuática de este parque natural.

El microclima generado en este espacio fabuloso con una temperatura media anual suave, la inexistencia de heladas y unas ciertas condiciones de humedad, ha dado origen a la presencia de especies animales y vegetales propias de la región mediterránea. Las peculiaridades del clima favorecen el desarrollo de jaras, escobas, espliego lavanda… y favorecen la existencia de rincones singulares como el alcornocal de Fornillos de Fermoselle. En los barrancos característicos de los Arribes crecen viñas, olivos, madroños o enebros.
Los cortados y las formaciones de peñascos resultan elementos característicos de este espacio natural, donde se localizan especies de gran valor como el buitre común, el águila real la cigüeña negra, el alimoche o el halcón peregrino, sin dejar de considerar otras especies de interés como el águila culebrera, el búho real o la chova piquirroja. Por la noche es el murciélago quien campa a sus anchas en estos parajes.
Este espacio natural ofrece parajes realmente espectaculares, como la desembocadura del río Tormes, conocido como Ambasaguas, en el término municipal de Fermoselle. Lo mismo que el puente de la Cicutina, en el Tormes, donde además se ha habilitado una zona de baño.
El Parque Natural de los Arribes del Duero ofrece también la peculiaridad de realizar un crucero medioambiental por el río. Un barco especialmente acondicionado permite, a través del río, la contemplación de este cañón excavado por el Duero con toda su espectacular orografía, fauna y flora.
Conociendo el Patrimonio Natural de Zamora

► Sanabria
El Parque Natural Lago de Sanabria y Sierras Segundera y de Porto, amplió en 2017 su límites hasta ocupar en la actualidad una superficie de 32.302 Has., que incluye la totalidad del término municipal de Porto y parte de los términos municipales de Cobreros, Galende y Trefacio. Conserva el mayor conjunto de lagunas de origen glaciar de España, después de los Pirineos, algunas de ellas de extraordinaria grandiosidad. Situadas en parajes de difícil acceso, han permanecido casi inmunes a la alteración por la mano del hombre.
De entre todos los efectos de la glaciación, sin duda el más impresionante es el Lago de Sanabria, lo que se justifica sobradamente por los paisajes impagables que brinda al visitante y por sus dimensiones. Excavado por el hielo de la última glaciación de Würm , el lago alcanza una longitud máxima de 3.178 metros, una anchura de 1.590 y una superficie de casi 320 hectáreas. Y una profundidad máxima de 51 metros.
Un espacio natural tan marcado por el agua como el de Sanabria alberga un buen número de especies animales vinculadas a este medio. Destaca la presencia de la trucha, tan apreciada para la pesca deportiva como exquisita sobre el plato. Junto a la trucha, que en el Lago de Sanabria puede alcanzar dimensiones considerables y su carne adquiere un tono rosado que recuerda a la del salmón, comparten las aguas la bermejuela, el cacho o el barbo. Por lo que respecta a los mamíferos, son 41 las especies presentes: el escurridizo desmán de los Pirineos, varios mustélidos como la nutria, la marta, el armiño, la garduña o el tejón, y otros mamíferos de mayor talla: el corzo, el jabalí y el gato montés.
Sobrevuelan este Parque Natural 142 especies de aves, entre ellas rapaces diurnas como el águila real, el halcón abejero, el halcón peregrino, el ratonero común, el cernícalo vulgar y el búho real, junto a pájaros como el alcaudón dorsirrojo, el escribano cerillo, el pechiazul, la perdiz pardilla, denominada localmente ‘charrela’. Entre los bosques de roble, pueden verse el camachuelo común, el petirrojo, el arrendajo, la abubilla…
La diversidad botánica de Sanabria comprende 1.500 especies vegetales, algunas únicas en la península. El bosque dominante es el robledal también conocido como carballo, pero también abundan los serbales, acebos, tejos, abedules y castaños.
El Parque Natural ofrece grandes atractivos para los amantes del turismo natural, rural y activo: sol y playa en verano, con todas sus posibilidades de deportes náuticos, vela, piragüismo… La primavera invita a los amantes de la montaña a practicar el senderismo, en la parte alta de la sierra para los más intrépidos, o recorriendo los caminos que tradicionalmente unían los pueblos de la sierra. Senderos que también son utilizados para la bicicleta de montaña o para paseos a caballo. El otoño tiñe de múltiples colores los montes de Sanabria y sus bosques ofrecen sus frutos a los amantes de la micología. Múltiples variedades como los boletus: edulis, pinícola, regius …, la macrolepiota prócera también conocida como el cucurril, la amanita cesárea, o seta de los dioses o el cantharelus cibarius o chantarella. Y durante el invierno la nieve que cubre sus picos atrae a numerosos amantes del blanco elemento.

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► Sierra del la Culebra
Rodeada por las comarcas de Aliste, Sanabria, la Carballeda y la portuguesa Tras Os Montes se levanta la Sierra de la Culebra, Reserva Regional de caza de 65.891 Has. Su relieve, de formas suaves y ondulantes, recuerda al reptil que le da nombre.
El relieve de la Sierra de la Culebra es de escasa altitud, con una profusión de pizarras y cuarcitas que emergen entre la vegetación. Su mayor altura son los 1.243 metros de Peña Mira, un espléndido balcón sobre la cadena montañosa, y tiene su continuación en el portugués Parque Natural de Montesinhos. Como en otras zonas de montaña, el agua ha modelado un relieve abrupto, con fuertes pendientes; existen torrenteras y pequeños cursos de agua en los que predominan las características erosivas, con el nacimiento de algunos ríos cuyo máximo desarrollo se alcanza en los valles adyacentes a la sierra, como es el caso del río Aliste.
La riqueza vegetal de la Sierra de la Culebra es equiparable a la faunística, diferentes modalidades de pino, así como las especies autóctonas de roble, melojo y castaño han contribuido a un paisaje agreste digno de ser visitado. Sus bosques ofrecen además lugares excelentes para la práctica del turismo micológico, los recolectores de setas se encuentran en esta sierra con una amplia variedad de los afamados frutos del bosque entre los que destacan múltiples variedades de boletus y las tan exquisitas amanitas cesáreas.
El lobo ibérico concentra en la reserva regional a la población más numerosa de España lo que le ha dado fama a esta comarca zamorana. El lobo campa a sus anchas por unas tierras en las que, llegado octubre, el entrechocar de las cornamentas y el bramido del ciervo anuncian un espectáculo digno de ser contemplado. El jabalí, el corzo, el zorro, la nutria, el gato montés o el tejón también habitan este terreno. La fauna de la Sierra de la Culebra es una de las más ricas de Castilla y León. Por ello este espacio natural se ha convertido en cita asidua de naturistas y atrae a un elevado número de aficionados a la observación de estas especies faunísticas organizando esperas en espacios especialmente seleccionados para no molestar a los animales y poder observar sobre todo al lobo y las berreas de los ciervos en su medio natural.

Conociendo el Patrimonio Natural de Zamora

► Villafáfila
Al noreste de la provincia de Zamora, rodeado por los palomares que identifican a la Tierra de Campos, se localiza el complejo lagunar de Villafáfila, 32.682 Has. de Reserva Regional de Caza, que constituye uno de los más importantes humedales de la península. Una orografía plana, de amplios horizontes y las características geológicas del terreno son las responsables de la formación de las lagunas que confieren a esta zona húmeda una importancia sobresaliente en la Península Ibérica siendo un importante enclave para las aves acuáticas en la geografía de Castilla y León y un complejo lagunar de máxima importancia a nivel nacional y europeo.
Aunque Tierra de Campos se caracteriza por un terreno de suelos arenosos y arcillosos, las Lagunas de Villafáfila conocidas también como “Las Salinas” son consecuencia de la presencia de rocas impermeables, con una acumulación de agua que da origen a la avifauna más rica de la Comunidad. El carácter salino de sus aguas responde a la gran cantidad de sales que impregnan los materiales que forman su subsuelo.
Los atardeceres de los meses del otoño o la primavera son la época propicia para que el aficionado a la observación de aves se acerque a este punto húmedo de la Tierra de Campos con unos prismáticos para observar numerosas bandadas que regresan diariamente a estas lagunas zamoranas para descansar de sus largos vuelos migratorios. Criaturas aladas procedentes de toda Europa hacen de Villafáfila un paraíso para el denominado ‘orniturismo’.
De entre todas las especies, la más numerosa es el ánade real, aunque es muy fácil encontrar avefrías, cigüeñas blancas, garzas reales, la grulla común, ánsares, cigüeñas blancas. Pero la Reserva por lo que destaca primordialmente es por acoger la mayor población estable y numerosa de avutardas de todo el continente europeo. Esta ave zancuda, de unos ocho decímetros de longitud, de color rojo manchado de negro, el cuello delgado y largo y las alas pequeñas, hace las delicias del visitante gracias a su vuelo corto y pesado.
En este entorno se pueden contemplar decenas de palomares, de variadas formas que se levantan en la llanura, un ejemplo de arquitectura popular que representa a la comarca como ninguna otra. La silueta de estas “catedrales o castillos de barro” forma parte del paisaje rural, pese a que han perdido gran parte de su significado económico.


Toda la información replicada en esta nota fue extraída del sitio web del Patronato Provincial de Turismo de Zamora.