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Destinos | Descubriendo los secretos de los vinos gallegos

Una experiencia enoturística en Galicia

En Galicia el vino es cultura y arte, fruto de una tradición milenaria. Rías Baixas, O Ribeiro, Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrei son las cinco denominaciones de origen que avalan actualmente algunos de los mejores vinos de todo el mundo. 

20.10.2023 15:54 |  Turismo Galicia | 

Descubra los secretos de los vinos gallegos caminando entre viñedos en pronunciadas laderas o junto al mar; recorriendo sus bodegas, las más vanguardistas, las más señoriales y también las de mayor tradición familiar. Descubra cómo vivían los primeros habitantes de estas tierras en los fuertes, los enigmas de las fortalezas medievales, el misterio que encierran las murallas de los monasterios. Disfrute de lugares apartados de montaña, visite ciudades históricas y pasee por pueblos de pescadores.

Palacios, hoteles con encanto, casas rurales, y balnearios cuidan con cariño al visitante. Y combinan su oferta con la de restaurantes que le presentarán todo el sabor de Galicia. Albariño, Mencía, Godello, Treixadura… e incluso más de una veintena de variedades de uvas autóctonas combinan a la perfección con los manjares más exquisitos. Tierra de pescados, mariscos, carnes, pan, quesos, postres tradicionales y una gran variedad de licores.

► Ruta de Rias Baixas
Cuenta la tradición que el cultivo de la vid en las Rías Baixas se debe a los monjes del monasterio cisterciense de Armenteira (Meis), aunque la ciencia revela que la viticultura ya existía mucho antes de la llegada de los monjes y que variedades como la albariño tienen su origen en este lugar. área.
Hoy en día, las Rías Baixas acogen la mayor Denominación de Origen gallega, tanto por el número de bodegas como por la extensión de viñedos, que se extienden por 33 municipios de la mitad occidental de Galicia. Así, la Denominación de Origen Rías Baixas se compone de 5 subzonas (O Rosal, Condado de Tea, Soutomaior, Val do Salnés y Ribeira do Ulla) que configuran un territorio discontinuo que, desde el límite sur de la provincia de Pontevedra , está salpicado de viñedos en la costa atlántica de Galicia hasta llegar a la zona sur de la provincia de A Coruña.

Los vinos de la D.O. Rías Baixas se caracterizan por estar elaborados con uvas autóctonas, principalmente blancas, siendo la gran protagonista la variedad Albariño, que supone aproximadamente el 95% de la producción. Otras variedades preferidas son Loureira blanca o Marqués, Caiño blanco y Treixadura, para los blancos, y Caiño tinto, Espadeiro, Loureira tinta y Sousón, en el caso de los tintos.
La personalidad única de sus variedades y vinos son consecuencia de las peculiaridades de su territorio, su clima, su gente y su cultura. Una tierra llena de matices que podrás descubrir recorriendo la Ruta del Vino Rías Baixas, una de las primeras Rutas del Vino de España.
Una experiencia enoturística en Galicia

►Ruta de Monterrei

La D.O. Monterrei está situada al sureste de la provincia de Ourense, lindando con la frontera con Portugal. Esta zona basa su atractivo turístico principalmente en la riqueza de su patrimonio arquitectónico y la belleza de su paisaje.
Uno de sus monumentos más emblemáticos y conocidos -distintivo de la D.O.- es el Castillo de los Condes de Monterrei, del siglo XII, hoy monumento nacional. En este castillo se instaló la primera imprenta de Galicia y en su patio se encuentra el llamado pozo verde, rodeado de leyendas de infidelidades y suicidios como la de la esposa de D. Pedro O Cruel.
La Ruta de la Plata atraviesa esta D.O.; Siguiendo este Camino de Santiago nos encontramos con la localidad de Verín, famosa por su Carnaval, visita obligada dentro del panorama cultural y turístico de Galicia. Se trata de una costumbre ancestral que sorprende al visitante, que pronto pasará de ser un espectador a participar plenamente en este gran evento popular.
En Verín se puede visitar el tradicional barrio de San Lázaro, la Casa del Auxiliar, con su singular escudo, y paseando por las calles del casco antiguo disfrutará de otros monumentos y edificios de estilo modernista... También poder acercarse a los antiguos balnearios repartidos por el territorio, hoy dedicados a la producción de las conocidas aguas minero-medicinales.
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La zona de producción está compuesta por los municipios de Monterrei, Oímbra, Verín, Castrelo do Val, Riós y Vilardevós, estableciéndose dos subzonas: el Valle y la Cuesta de Monterrei. Esta diferenciación es resultado de una gran variedad de suelos y orientaciones que, junto con los microclimas generados en las laderas, producen vinos con características muy distintas, personales y de gran complejidad aromática.
Siguiendo el desarrollo histórico, se puede afirmar que los romanos introdujeron el cultivo de la vid en Monterrei, el cual, posteriormente y de la mano de las órdenes religiosas, se expandió por toda la región. El vino se utilizaba como tributo a los monasterios y a los señores feudales. Tras diversos vaivenes que provocaron la pérdida de importancia de la viticultura, hoy en día la apuesta por los vinos de calidad, entre otros aspectos, está provocando el resurgimiento de la región.
Entre las variedades de uva blanca encontramos la autóctona Doña Branca, Godello, también llamada Verdello, y Treixadura. En tintos destacan Mencía, Merenzao y otros aclimatados a la zona como Araúxa (Tempranillo). Los tipos de vinos que se elaboran principalmente son los blancos, frescos, muy agradables y afrutados, con un excelente equilibrio entre alcohol y acidez, bien estructurados y deliciosos. Entre los tintos destacan los jóvenes con gran vivacidad aromática, afrutados, con cuerpo y muy expresivos, a los que poco a poco se van añadiendo elaboraciones más exclusivas, de gran complejidad y longevidad.

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► Ruta de Valdeorras
La comarca está formada por nueve municipios: A Rúa, O Barco, Rubiá, Petín, O Bolo, Carballeda, Larouco, Vilamartin y A Vega. Casi todas ellas cuentan con fincas vitivinícolas que confieren al territorio una singularidad única
Valdeorras es la comarca más oriental de la provincia de Ourense, limitando ya con León. La riqueza de recursos naturales y la fertilidad de sus tierras han hecho de Valdeorras un lugar de acogida de numerosos pueblos a lo largo de la historia.
Del período megalítico son abundantes los restos del Parque Natural de la Serra da Enciña da Lastra, además de elementos rupestres y los petroglifos de Valdegodos, Petín y San Esteban da Rúa Vella.
La llegada de los romanos cambió sustancialmente el valle, ya que trasladaron los núcleos de población a zonas llanas y construyeron una de las vías más importantes de la Península Ibérica, la Vía "XVIII" o "Vía Nova" (posteriormente utilizada como Camiño Real o Camino de Inverno en el Camino de Santiago). Puentes como el del río Bibei, lápidas como la de la Rua Vella, los mosaicos de Cigarrosa y los miliarios, forman parte del legado imperial de Roma; aunque su obra más singular es el túnel de Montefurado, excavado con el objetivo de desviar el curso del río para extraer el oro que transportaba y que actualmente constituye un lugar de gran atractivo turístico que se puede contemplar a escasos metros de la N-120. .
Posteriormente, ya en el siglo XVII, se construyó rodeado de antiguos bancales de viñedos el espectacular Santuario das Ermidas, que se ha convertido en la actualidad en el lugar de culto más importante de la zona.

La comarca está formada por nueve municipios: A Rúa, O Barco, Rubiá, Petín, O Bolo, Carballeda, Larouco, Vilamartin y A Vega. Casi todas ellas cuentan con fincas vitivinícolas que confieren al territorio una singularidad única.
Esta D.O. es particular porque existen cientos de bodegas tradicionales donde la elaboración y cuidado del vino se realizaba en las entrañas de la tierra, en cuevas excavadas en el barro -muchas de estas antiguas bodegas se conservan como tales-. Algunas cuevas tienen varios siglos de antigüedad y muchas de ellas se conservan actualmente en perfecto estado. Únicas son sus chimeneas, conocidas como refugallo, que llaman poderosamente la atención, sobre todo desde el exterior, ya que aparecen como un elemento curioso en el paisaje de Valdeorras; sirven para ventilación y regulación de temperatura en el sótano.

La calidad de los vinos de Valdeorras lo convierte en un referente en el sector y despierta el interés nacional e internacional en una región donde el vino se convierte en la máxima expresión de la tierra, mostrando su esencia en una botella.
La zona de producción de esta Denominación de Origen ocupa parte de la cuenca de los ríos Sil, Xares y Bibei. Presenta una gran diversidad de suelos para la superficie registrada de viñedo que posee, 1.300 hectáreas. La variedad blanca preferida es la Godello, pero también se cultiva entre otras Doña Branca, a la que llaman Moza Fresca; en tintos los preferidos son Mencía y Merenzao, que pueden acompañarse de Sousón, Albarello, Garnacha Tintorera y Gran Negro. Godello produce vinos de intenso aroma frutal y floral, muy bien estructurados en boca. De Mencía se obtienen tintos morados, con elegantes aromas a frutas de montaña y una suave carnosidad.


► Ruta de O Ribeiro

Ribeiro está situado en la zona más occidental de la provincia de Ourense, en la confluencia de los valles de los ríos Miño, Avia, Arnoia y Barbantiño. Es este enclave lo que hace que estas tierras sean únicas y le confieren una notable belleza paisajística.
Este territorio, considerado uno de los enclaves más representativos de la arquitectura gallega, atesora un patrimonio artístico magníficamente conservado. En sus pueblos medievales se pueden visitar castillos, casas judías (Ribadavia, con su Fiesta de la Historia en agosto), palacios (Pazos de Arenteiro), monasterios e iglesias perfectamente integradas en el paisaje del agua y el vino.
Las épocas castrejana, románica, barroca o moderna se combinan en el Ribeiro entre la nobleza de su granito y la espiritualidad de la cultura. Los recursos de la Ruta do Viño do Ribeiro ofrecen un amplio abanico de posibilidades para disfrutar de la visita.
Las rutas de senderismo  permiten descubrir Monumentos Naturales como Pena Corneira, o admirar la riqueza patrimonial que nos han dejado los diferentes estilos arquitectónicos. Se puee disfrutar practicando deportes acuáticos, dar un paseo en catamarán por los viñedos o relajarnos y aprovechar las propiedades beneficiosas de las aguas termales.

Ribeiro ha sido muy activo desde la antigüedad, prueba de ello es la existencia de calzadas romanas, restos de minas, lavaderos de oro, etc.; las primeras citas documentales que la definen como comarca distinta datan del año 928. Desde la Edad Media, esta tierra y sus gentes han estado muy ligados al cultivo de la vid y a la elaboración de sus característicos vinos, siendo el principal referente vitivinícola. de los reinos cristianos desde el siglo IX hasta el siglo XVII.
La D.O. tiene una extensión aproximada de 2.700 hectáreas de viñedo ubicadas en los municipios de Ribadavia, Arnoia, Castrelo de Miño, Carballeda de Avia, Leiro, Cenlle, Beade, Punxín y Cortegada, y parte de Boborás, San Amaro, Toén, Carballiño, Ourense. El viñedo se extiende desde los 75 a los 400 metros sobre el nivel del mar en valles y, a veces, pendientes pronunciadas que son salvadas por los bancales, aquí llamados socalcos o bocarribeiras, que siguen las curvas de nivel.
Con un clima de influencia atlántica, con temperaturas suaves y una pluviosidad notable, se cultivan preferentemente uvas blancas como la Treixadura, seguidas de la Loureira, Torrontés, Albariño, Albilla, Godello y las extranjeras Macabeo y Palomino. En cuanto a los tintos, se prefiere Caiño, complementado por Ferrón, Sousón, Brancellao, Mencía, Garnacha y Tempranillo. Las vides se levantan para que el fruto no esté en contacto con el suelo. El vino blanco Ribeiro es un vino limpio y transparente, sutil en nariz, con exquisitos aromas de flores y frutas; Los tintos son vivos, con brillantes matices de color rojo cereza, intensos en nariz y amplios y expresivos en boca.


Una experiencia enoturística en Galicia

►Ruta de Ribeira Sacra

La Ribeira Sacra comprende un conjunto de veinte municipios pertenecientes al sur de la provincia de Lugo y al norte de Ourense, en el interior de Galicia. Su elemento unificador es el curso fluvial de los ríos Miño, Sil y Cabe, que discurren hacia su confluencia a través de gargantas o cañones de fuerte verticalidad, creando así un paisaje único y un territorio único.
De ahí el nombre de Ribeira Sacra (Rivoyra Sacrata), del que hay constancia escrita desde el siglo XII; a lo largo de ella encontramos iglesias como la de San Estevo de Ribas de Sil (hoy Parador), Santa Cristina, San Pedro de Rocas, Xunqueira de Espadanedo, Montederramo, Ferreira de Pantón, iglesias como las de San Paio de Diomondi, San Miguel de Eiré ,...-.
En este territorio también se encuentran dólmenes y medorras prehistóricas que muestran una población temprana, continuada con importantes vestigios de la presencia romana. Los espectaculares miradores sobre el Cañón del Sil son visita obligada para admirar la monumentalidad del paisaje.
En las orillas soleadas, los viñedos descienden en terrazas hasta cerca del río mientras una vegetación de robles, castaños y abedules complementa la riqueza cromática del panorama del otro lado; La particularidad y dificultad de esta orografía permite a Ribeira Sacra hablar de Viticultura Heroica.

Se trata de una zona de producción vitivinícola con una extensión cercana a las 2.500 hectáreas de viñedo, lo que representa el 5,2% de la superficie dedicada a la vid en Galicia. Se trata de un territorio que conserva la esencia de los vinos gallegos, muy ligado a los Caminos de Santiago, tanto el internacionalmente conocido Camino Francés (por la subzona de Ribeiras de Miño, en los municipios lucanos de Paradela y Portomarín), como el llamado denominado Camino de Invierno, que comprende las subzonas de Quiroga, Amandi y Chantada, que discurre en parte por una antigua calzada romana.
Para las uvas blancas, las variedades preferidas son Albariño, Treixadura, Doña Branca, Godello, Loureira y Torrontés. Entre las uvas tintas, que son mayoritarias, se prefieren Mencía, Brancellao y Merenzao y se autorizan Garnacha y Mouratón o Negreda. Los vinos blancos son afrutados y con un fino toque de acidez, con un retrogusto ligero y delicada presencia en boca. Los tintos destacan por sus aromas limpios, elegantes e intensos, y su color cereza brillante con ribetes violáceos. Equilibrados y bien estructurados, el resultado son vinos redondos y amplios en boca.