CABA | Huellas femeninas
Mujeres que hicieron historia, en las calles de Puerto Madero
El 8 de marzo es el día de la mujer y también el día del barrio de Puerto Madero, una zona moderna, rebelde y atractiva de Buenos Aires que tiene mucho más para conocer de lo que parece a primera vista: caminar por estas calles es también transitar la historia de las figuras femeninas más icónicas del país.
06.03.2021 15:19 | Turismo Ciudad de Buenos Aires |
Las calles, los parques y las grandes obras del barrio llevan los nombres de las grandes mujeres de la historia argentina, y no hay nada más lindo que visitarlas.
A uno de los lados del dique 4 pasa la calle Olga Cossettini, portando el nombre de una de las pedagogas que revolucionó la educación del país. Allí se encuentra la famosa Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat, quien fuera en el siglo XX una de las mujeres más ricas de la Argentina. Su patrimonio artístico bien vale una visita.
Haciendo una cuadra hacia la derecha está la avenida Juana Manso. Escritora, traductora y periodista, Manso fue una gran pionera del feminismo. Falleció en 1875 después de haber vivido en Argentina, Uruguay y Brasil.
Una calle, muchos homenajes
Caminando por la avenida Juana Manso van apareciendo otros nombres de mujeres de todas las épocas y especialidades: allí está el Parque Raquel Forner, que homenajea a la pintora que integró el “grupo de París”; y además, recorriendo la avenida, se cruzan la calle Macacha Güemes -hermana del prócer Martín Miguel y una de sus principales colaboradoras- y la calle Manuela Sáenz, quien fuera una historiógrafa quiteña heroína de la Independencia de América del Sur.
Metros más adelante está el Parque Mujeres Argentinas, que rinde homenaje a las figuras femeninas más importantes del país. Hacia la derecha está el Puente de la Mujer, que cruza el dique y es uno de los símbolos de Puerto Madero. El arquitecto español Santiago Calatrava imaginó a una pareja bailando tango y la plasmó en una de las obras modernas más llamativas de la ciudad. A pocos metros hay una escultura de Ana Frank, una niña alemana víctima del Holocausto. Siguiendo por Juana Manso está la estatua de Tía Vicenta, una caricatura del artista Landrú.
La polémica fuente
Hay que cruzar las calles Azucena Villaflor (activista social), Petrona Eyle (médica feminista), Encarnación Ezcurra (política y esposa del político Juan Manuel de Rosas), Aimé Painé (cantante y música), Julieta Lanteri (médica y política) y Rosario Vera Peñaloza (pedagoga) y atravesar el Parque Micaela Bastidas (precursora de la independencia hispanoamericana) para llegar hasta la Fuente de las Nereidas.
Con más de cien años de historia, esta obra fue realizada por la primera escultora sudamericana, Lola Mora. Su realización fue revolucionaria y al momento de instalarla generó polémica por tener figuras desnudas. Después de un primer intento en Plaza de Mayo se terminó instalando la fuente en Puerto Madero, retirada del casco histórico. No sabían que muchos años después esta zona se convertiría en una de las más transitadas de la ciudad y la obra, en un emblema de Puerto Madero, el barrio de las mujeres.
A uno de los lados del dique 4 pasa la calle Olga Cossettini, portando el nombre de una de las pedagogas que revolucionó la educación del país. Allí se encuentra la famosa Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat, quien fuera en el siglo XX una de las mujeres más ricas de la Argentina. Su patrimonio artístico bien vale una visita.
Haciendo una cuadra hacia la derecha está la avenida Juana Manso. Escritora, traductora y periodista, Manso fue una gran pionera del feminismo. Falleció en 1875 después de haber vivido en Argentina, Uruguay y Brasil.
Una calle, muchos homenajes
Caminando por la avenida Juana Manso van apareciendo otros nombres de mujeres de todas las épocas y especialidades: allí está el Parque Raquel Forner, que homenajea a la pintora que integró el “grupo de París”; y además, recorriendo la avenida, se cruzan la calle Macacha Güemes -hermana del prócer Martín Miguel y una de sus principales colaboradoras- y la calle Manuela Sáenz, quien fuera una historiógrafa quiteña heroína de la Independencia de América del Sur.
Metros más adelante está el Parque Mujeres Argentinas, que rinde homenaje a las figuras femeninas más importantes del país. Hacia la derecha está el Puente de la Mujer, que cruza el dique y es uno de los símbolos de Puerto Madero. El arquitecto español Santiago Calatrava imaginó a una pareja bailando tango y la plasmó en una de las obras modernas más llamativas de la ciudad. A pocos metros hay una escultura de Ana Frank, una niña alemana víctima del Holocausto. Siguiendo por Juana Manso está la estatua de Tía Vicenta, una caricatura del artista Landrú.
La polémica fuente
Hay que cruzar las calles Azucena Villaflor (activista social), Petrona Eyle (médica feminista), Encarnación Ezcurra (política y esposa del político Juan Manuel de Rosas), Aimé Painé (cantante y música), Julieta Lanteri (médica y política) y Rosario Vera Peñaloza (pedagoga) y atravesar el Parque Micaela Bastidas (precursora de la independencia hispanoamericana) para llegar hasta la Fuente de las Nereidas.
Con más de cien años de historia, esta obra fue realizada por la primera escultora sudamericana, Lola Mora. Su realización fue revolucionaria y al momento de instalarla generó polémica por tener figuras desnudas. Después de un primer intento en Plaza de Mayo se terminó instalando la fuente en Puerto Madero, retirada del casco histórico. No sabían que muchos años después esta zona se convertiría en una de las más transitadas de la ciudad y la obra, en un emblema de Puerto Madero, el barrio de las mujeres.