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Destinos | Lugares con historia y un rico patrimonio cultural

Diez razones para visitar Valladolid

A tan solo 50 minutos de Madrid en tren y a poco más de dos horas en coche de la costa, con infraestructuras de calidad como la línea ferroviaria de alta velocidad, autovías y su propio aeropuerto, Valladolid, guarda rincones con historias, calles colmadas de arte, monumentos, plazas, parques, jardines, cultura, exposiciones y una exquisita gastronomía entre muchas otras sorpresas.

19.01.2021 07:00 | 

Aquí se detallan diez cosas imperdibles para recorrerla y aprender mucho más sobre esta encantadora ciudad, ubicada en la región de Castilla y León.

Academia de Caballería
La imponente Academia de Caballería, construida a imagen de los palacios señoriales del Renacimiento –sobre todo, del Palacio de Monterrey, inspiración del arquitecto Adolfo Pierrad- juega con la policromía resultado de combinar granito y piedra arenisca de Salamanca para ofrecernos una de las mejores vistas de la ciudad.
Su museo exhibe una colección única en a ciudad de armamento, maquetas, fotografías, uniformes históricos desde el siglo XVI, esculturas de Mariano Benlliure o estandartes. Entre sus miles de referencias destaca una pieza casi imposible de ver en España, una auténtica máquina Enigma, las empleadas para el cifrado de mensajes durante la Segunda Guerra Mundial.
Frente a la entrada se instaló en 1931 el Monumento al Regimiento de Cazadores de Alcántara, obra del escultor Mariano Benlliure.


Plaza Mayor

El espacio que hoy ocupa la Plaza Mayor surgió como plaza del mercado en la Baja Edad Media, zona de mercaderes, oficios y festejos. Después del incendio que arrasó el centro de la ciudad en 1561, comenzó la reconstrucción, impulsada por Felipe II y con las trazas de Francisco de Salamanca, que la convirtió en la primera Plaza Mayor regular de España, cerrada y con soportales, modelo tomado por otras como la de Madrid. El rojo almagre del pavimento y los edificios simulan el ladrillo visto para emular el aspecto que ofrecía en el siglo XVI. Este color marca, además, las tres alturas originales de las viviendas. Estos guiños al Renacimiento contrastan con la Casa Consistorial, finalizada en 1908. El arquitecto, Enrique Repullés, combina los homenajes a los consistorios del medievo–el ladrillo visto y el torreón central- con una novedosa decoración ecléctica, que lo convierte en el mejor ejemplo de España de la influencia de la parisina École des Beaux-Arts. Hoy en día es lugar de encuentro en incontables eventos: el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle, la Feria del Libro de Valladolid, la programación de Navidad, la Semana Santa, las fiestas patronales…

Catedral
La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción es uno de los edificios más emblemáticos de Valladolid a pesar de que nunca llegó a completarse. La suya es una historia desafortunada que no pudo encarrilar ni el mismísimo Juan de Herrera, a cuyo diseño responde la mayor parte del templo.
Las ruinas adosadas son las de la antigua colegiata, edificio románico de la época del Conde Ansúrez.
La única torre que conserva –pues la otra, gravemente dañada por el terremoto de Lisboa de 1755, terminó por derrumbarse casi cien años después- es de principios del siglo XX.
En la actualidad, puede visitarse gracias a un ascensor, que permite disfrutar de la mejor panorámica de Valladolid.
En su interior se aprecia la imponente magnitud y sobriedad del estilo herreriano. Alberga un museo de arte sacro con obras de Gregorio Fernández, Juan de Juni o Pedro de Ávila.

Museo Nacional de Escultura

Atesora una de las mejores colecciones de escultura de toda Europa y, posiblemente, la mejor colección de madera policromada del continente. Con un fondo compuesto por más de 3.000 piezas, destaca su impecable catálogo de talla en madera de los siglos XIII al XVIII, donde no faltan los grandes maestros universales del género: Gregorio Fernández, Juan de Juni, Alonso Berruguete, Felipe Bigarny, Pompeo Leoni, Alejo de Vahía o Pedro de Mena, entre muchos otros referentes. Atesora, asimismo, el conjunto de copias artísticas de los siglos XIX y XX procedente del desaparecido Museo Nacional de Reproducciones Artísticas. A la altura de sus magníficos fondos está su sede principal, el Colegio de San Gregorio, con una de las portadas más enigmáticas de Valladolid. El resto de las dependencias se reparten entre el Palacio del Conde de Gondomar, conocido entre los vallisoletanos como 'la casa del Sol', y el Palacio de Villena, donde se expone un Belén napolitano con más de seiscientas figuras.

El Campo Grande

Este recoleto espacio rezuma romanticismo. Su densa vegetación es un oasis de más de 115 hectáreas de calma en pleno centro de la ciudad, plagado de senderos, fuentes monumentales, riachuelos, estanques, cascadas y curiosos habitantes: es uno de los pocos sitios donde se pueden ver pavos reales en libertad. El enclave romántico por excelencia de Valladolid limita con las tres zonas más emblemáticas del siglo XIX: la calle Acera de Recoletos, el paseo de los Filipinos y el paseo de Zorrilla. Los jardines acogen casi 90 especies diferentes de árboles, arbustos y más de 30 especies de aves, que cuentan con tres enormes pajareras: la Faisanera de 1914, el Palomar de 1932 perteneciente al Club Colombófilo de Castilla y la pajarera de los años 30. A lo largo de sus paseos se han instalado esculturas conmemorativas de personajes ilustres: Miguel Íscar, Rosa Chacel, Leopoldo Cano… así como fuentes monumentales: de la Fama y del Cisne, junto con un estanque con cascada.

Iglesia de San Pablo
La magnífica fachada es un auténtico retablo en piedra. Originalmente solo contaba con el cuerpo inferior y el frontón, elevado hasta su ubicación actual en el siglo XVII a instancia del Duque de Lerma, quien se procuró varios homenajes incluyendo su escudo en el cuerpo nuevo. La ornamentación está dedicada, en buena parte, a la exaltación de la orden dominica. Incluye, asimismo, numerosos angelillos, animales, motivos vegetales y la flor de lis, emblema del fundador y confesor de Isabel la Católica, Fray Alonso de Burgos. La propaganda política se materializa en el emblema de los Reyes Católicos, sujeto por leones y ya con la granada, que lo data en una fecha posterior a la conquista del reino nazarí. En esta iglesia fueron bautizados los monarcas Felipe II, Felipe IV y Ana Mauricia de Austria –la reina de Los Tres Mosqueteros-; recibieron sepultura el infante Alonso, el rey Juan II y la reina María de Portugal.

Iglesia de La Antigua
La Iglesia de Santa María de la Antigua, conocida entre los vallisoletanos como ‘La Antigua’, presume de ser una de las joyas del románico de Castilla y León gracias a su esbelta torre con más de 55 metros de altura. Es el único elemento del siglo XIII, junto con el pórtico norte, pues el resto del templo es de estilo gótico, ya del siglo XIV. El entorno está cargado de leyenda. La cruz indica el lugar donde hubo un cementerio al que se le ha atribuido un milagro: apareció el cuerpo de un niño con vestimenta romana en perfecto estado, se dice que fue por la arena que fue traída de Tierra Santa.

Plaza del Viejo Coso
Cerca de la plaza de Fabio Nelli estuvieron las casas del conde de Salinas que, una vez derribadas, dieron lugar a la Plaza de Toros vieja, convertida en cuartel de la Guardia Civil a finales del XIX. Se accede a ella por las calles San Quirce y San Ignacio. Es un lugar recoleto y agradable, poco conocido por los viandantes, pero no por ello menos hermoso. En su sosiego podemos admirar la fachada y los balconcillos, antiguos palcos que se han convertido en pisos. Está rodeada de vegetación y en pleno casco histórico de la ciudad. Esta plaza, como zona residencial, es de uso privado a partir de las 22 horas.

Monasterio e Iglesia de San Benito
Este monasterio fue el más importante de la orden benedictina, con filiales en otras ciudades de España, en Inglaterra, en Austria, en Portugal y en el Nuevo Mundo. El impresionante pórtico-fachada, obra de Rodrigo Gil de Hontañón en el siglo XVI, contaba con dos cuerpos más que tuvieron que ser desmontados en el siglo XIX. No obstante, las dimensiones de su fachada siguen impactando. Los enormes arcos están flanqueados con gigantescos pilares octogonales, que nos dan la bienvenida a un interior diáfano, amplio y que arroja sensación de verticalidad. Una curiosidad: el escudo que se sitúa justo encima del portón es el único tallado en piedra que se conserva en España con las armas de José Bona.

Museo Patio Herreriano
El Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo Español pone al alcance de todo el público un completo recorrido por el panorama artístico nacional desde 1918 hasta la actualidad, con nombres imprescindibles para comprender la evolución creativa del último siglo, como Joan Miró, Salvador Dalí, Antoni Tápies, Esteban Vicente, Eduardo Chillida, Luis Gordillo o Manolo Valdés. En su colección permanente destaca el completísimo Fondo Ángel Ferrant, con más de 400 piezas del artista.
De entrada gratuita en la actualidad, el museo acoge muestras temporales que completan la visión del arte contemporáneo que se sugiere en la colección permanente y que extiende esta percepción hacia otros países o campos como la arquitectura y el diseño de interiores.
Toda la información plasmada en esta nota fue extradida del sitio oficial de Turismo y Cultura de Valladolid.