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61%Hoteles | con una ubicación privilegiada
Ribera Sur Hotel propone vivir Semana Santa en San Telmo
El tradicional barrio de la ciudad de Buenos Aires ofrece un circuito religioso por iglesias y templos que atesoran una gran riqueza histórica.
14.04.2014 17:44 | SI Comunicación |
Además, el visitante puede disfrutar de los clásicos cafés porteños, conocer la feria dominical, adquirir artesanías y objetos de diseño, y bailar al ritmo del 2x4. Así, luego de un largo y enriquecedor día, descansar en el hotel boutique Ribera Sur y disfrutar de todos sus servicios.
San Telmo es el barrio más pequeño de la ciudad, pero uno de los más grandes por su historia, que conserva aún pintorescos casones coloniales, estrechas calles empedradas con adoquines, y el constante ritmo rioplatense del tango. Galerías y anticuarios ofrecen curiosos objetos de épocas pasadas, muebles, artículos para el hogar y de diseño, originales cuadros y reliquias históricas. Durante los días de Semana Santa, es un sitio ideal para conocer sobre la historia de la ciudad y del país, y recorrer templos e iglesias tradicionales.
Una de las iglesias más antiguas de Buenos Aires es la Parroquia San Pedro González Telmo, construida en 1734 por los jesuitas y declarada Monumento Histórico Nacional en 1942. Ubicada en la intersección de las calles Balcarce y Humberto Primo, conserva aún hoy gran parte de su estructura original. Su nombre proviene del santo patrono de los navegantes, al que veneraban los primeros habitantes de San Telmo que trabajaban en el puerto de La Boca.
A dos cuadras, encontramos la Iglesia Dinamarquesa, con una fachada de estilo neogótico y rasgos típicos de la arquitectura nórdica. Fue construida por un grupo de daneses en 1924 para predicar la fe luterana. Además de su atractivo arquitectónico, cuenta con una biblioteca con más de 600 libros escandinavos. Desde allí podemos caminar por la calle Defensa, la más antigua de la ciudad que debe su nombre a la defensa de las invasiones inglesas en 1806 y 1807, hasta el Parque Lezama.
Sobre el parque, en Brasil 315, se halla uno de los templos ortodoxos más antiguos de América Latina: la Catedral de la Santísima Trinidad, inaugurada en 1904. Hoy Monumento Histórico Nacional, cuenta con numerosos objetos y trabajos artísticos de la familia real rusa. Tiene un notable estilo moscovita del siglo XVII, con cinco cúpulas de color azul y estrellas doradas, coronadas por cruces ortodoxas sujetas con cadenas que apuntan hacia el Este.
La feria de antigüedades y artesanías es otro de los paseos obligados en San Telmo, que toma lugar en la Plaza Dorrego y en las calles aledañas, todos los domingos. Hay alrededor de 300 puestos de artesanías, ropa y antigüedades, como también artistas callejeros, músicos, mimos y estatuas vivientes sobre la calle Defensa. Finalmente, se puede disfrutar de un show de tango en algún café tradicional del barrio, o participar del baile en la plaza principal, para finalizar el día acompañado de comidas típicas y una copa de vino.
San Telmo es enorme en su historia y en sus atractivos culturales, y se puede recorrer en los diferentes días de Semana Santa. Pero también debe haber lugar para el descanso y la relajación, por eso podrá alojarse en Ribera Sur Hotel, un hotel boutique de diseño minimalista, con atención personalizada, exquisita gastronomía y servicio de masajes, a sólo dos cuadras de la emblemática Plaza Dorrego.
San Telmo es el barrio más pequeño de la ciudad, pero uno de los más grandes por su historia, que conserva aún pintorescos casones coloniales, estrechas calles empedradas con adoquines, y el constante ritmo rioplatense del tango. Galerías y anticuarios ofrecen curiosos objetos de épocas pasadas, muebles, artículos para el hogar y de diseño, originales cuadros y reliquias históricas. Durante los días de Semana Santa, es un sitio ideal para conocer sobre la historia de la ciudad y del país, y recorrer templos e iglesias tradicionales.
Una de las iglesias más antiguas de Buenos Aires es la Parroquia San Pedro González Telmo, construida en 1734 por los jesuitas y declarada Monumento Histórico Nacional en 1942. Ubicada en la intersección de las calles Balcarce y Humberto Primo, conserva aún hoy gran parte de su estructura original. Su nombre proviene del santo patrono de los navegantes, al que veneraban los primeros habitantes de San Telmo que trabajaban en el puerto de La Boca.
A dos cuadras, encontramos la Iglesia Dinamarquesa, con una fachada de estilo neogótico y rasgos típicos de la arquitectura nórdica. Fue construida por un grupo de daneses en 1924 para predicar la fe luterana. Además de su atractivo arquitectónico, cuenta con una biblioteca con más de 600 libros escandinavos. Desde allí podemos caminar por la calle Defensa, la más antigua de la ciudad que debe su nombre a la defensa de las invasiones inglesas en 1806 y 1807, hasta el Parque Lezama.
Sobre el parque, en Brasil 315, se halla uno de los templos ortodoxos más antiguos de América Latina: la Catedral de la Santísima Trinidad, inaugurada en 1904. Hoy Monumento Histórico Nacional, cuenta con numerosos objetos y trabajos artísticos de la familia real rusa. Tiene un notable estilo moscovita del siglo XVII, con cinco cúpulas de color azul y estrellas doradas, coronadas por cruces ortodoxas sujetas con cadenas que apuntan hacia el Este.
La feria de antigüedades y artesanías es otro de los paseos obligados en San Telmo, que toma lugar en la Plaza Dorrego y en las calles aledañas, todos los domingos. Hay alrededor de 300 puestos de artesanías, ropa y antigüedades, como también artistas callejeros, músicos, mimos y estatuas vivientes sobre la calle Defensa. Finalmente, se puede disfrutar de un show de tango en algún café tradicional del barrio, o participar del baile en la plaza principal, para finalizar el día acompañado de comidas típicas y una copa de vino.
San Telmo es enorme en su historia y en sus atractivos culturales, y se puede recorrer en los diferentes días de Semana Santa. Pero también debe haber lugar para el descanso y la relajación, por eso podrá alojarse en Ribera Sur Hotel, un hotel boutique de diseño minimalista, con atención personalizada, exquisita gastronomía y servicio de masajes, a sólo dos cuadras de la emblemática Plaza Dorrego.
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