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El avistaje de ballenas en Puerto Madryn en su esplendor
Un espectáculo maravilloso que en el mes de septiembre tiene su alta temporada, pudiéndose ver las ballenas en Puerto Madryn y sus alrededores. Asi se pueden observar de cerca las rutinas de cortejo, nacimientos y cómo las ballenas madres les enseñan a nadar a sus crías de una punta a la otra de la playa.
26.08.2019 13:22 | Agencia Watchs |
Hasta diciembre se pueden ver los ejemplares de esta ballena franca austral en su hábitat natural así como una variedad de fauna típica de Península Valdés y otras áreas protegidas naturales.
Este espectáculo único de la Patagonia inicia su temporada alta en septiembre y se extiende hasta mitad de diciembre para disfrutar en familia, con amigos o en pareja.
A sólo 15 kilómetros de la ciudad, el Área Natural Protegida El Doradillo es uno de los mejores lugares para ver de cerca las rutinas de cortejo, nacimientos y cómo las ballenas madres les enseñan a nadar a sus crías de una punta a la otra de la playa. De acceso libre y gratuito, es un espectáculo único en el mundo que se recomienda maridar con unos mates.
El avistaje costero es una experiencia totalmente diferente, complementaria, a los avistajes embarcados que se ofrecen en Puerto Pirámides, el único pueblo dentro de la reserva natural Península Valdés. En lanchas, gomones y catamaranes, estas excursiones se extienden una hora y media aproximadamente, se pueden realizar durante el día o bajo la luz del atardecer, y son acompañadas por guías de naturaleza con conocimiento en comportamiento de ballenas. En el camino de ida o vuelta de Península, se recomienda visitar el Centro de Interpretación Istmo Ameghino, donde hay información didáctica sobre la flora y fauna de la zona, ilustraciones y hasta una réplica a escala de una ballena.
Una de las últimas propuestas turísticas que surgió en relación a las ballenas es la del semisumergible. Se trata de la primera embarcación diseñada especialmente para avistar ballenas, que permite a los pasajeros observar a las ballenas tanto en superficie, desde la cubierta superior, como desde la cabina submarina, a través de las 40 ventanas que tiene bajo el nivel del agua. Además, la nave cuenta con hidrófonos para poder escuchar los sonidos que emiten las ballenas.
Este espectáculo único de la Patagonia inicia su temporada alta en septiembre y se extiende hasta mitad de diciembre para disfrutar en familia, con amigos o en pareja.
A sólo 15 kilómetros de la ciudad, el Área Natural Protegida El Doradillo es uno de los mejores lugares para ver de cerca las rutinas de cortejo, nacimientos y cómo las ballenas madres les enseñan a nadar a sus crías de una punta a la otra de la playa. De acceso libre y gratuito, es un espectáculo único en el mundo que se recomienda maridar con unos mates.
El avistaje costero es una experiencia totalmente diferente, complementaria, a los avistajes embarcados que se ofrecen en Puerto Pirámides, el único pueblo dentro de la reserva natural Península Valdés. En lanchas, gomones y catamaranes, estas excursiones se extienden una hora y media aproximadamente, se pueden realizar durante el día o bajo la luz del atardecer, y son acompañadas por guías de naturaleza con conocimiento en comportamiento de ballenas. En el camino de ida o vuelta de Península, se recomienda visitar el Centro de Interpretación Istmo Ameghino, donde hay información didáctica sobre la flora y fauna de la zona, ilustraciones y hasta una réplica a escala de una ballena.
Una de las últimas propuestas turísticas que surgió en relación a las ballenas es la del semisumergible. Se trata de la primera embarcación diseñada especialmente para avistar ballenas, que permite a los pasajeros observar a las ballenas tanto en superficie, desde la cubierta superior, como desde la cabina submarina, a través de las 40 ventanas que tiene bajo el nivel del agua. Además, la nave cuenta con hidrófonos para poder escuchar los sonidos que emiten las ballenas.