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Brasil | Declarada por Unesco para el año 2020

Rio de Janeiro capital mundial de la arquitectura 2020

Declarada por Unesco Capital Mundial de la Arquitectura para el año 2020, el patrimonio arquitectónico de Rio de Janeiro es rico y variado. Capital de Brasil hasta 1960, la ciudad fue también sede del Reino de Portugal, del Imperio de Brasil, escenario de la impronta africana, del nacimiento de la Bossa Nova y de la primera olimpíada celebrada en América del Sur. 

18.03.2019 18:14 | 

Río de Janeiro es una mezcla de naturaleza y metrópolis que no deja indiferentes a sus visitantes. Algunos monumentos y construcciones valen la visita, ya sea por su carácter de íconos globales, otros por ser menos conocidos a pesar de sus valores arquitectónicos e históricos. La lista, a continuación.
  • Arcos da Lapa: Construido en 1732, para llevar agua del Río Carioca (hoy Santa Tereza) hasta el Morro de Santo Antônio, el Acueducto Carioca o los famosos Arcos da Lapa, fue declarado patrimonio histórico en 1938. Es la obra arquitectónica de mayor relevancia construida en Brasil durante el periodo colonial; en las inmediaciones están dos de las más importantes casas de espectáculos de la ciudad, la Fundição Progresso y el Circo Voador.
  • Quinta da Boa Vista: Fue la residencia oficial de la familia real entre 1808 y 1889. Allí vivió todo el linaje de los Orleans de Bragança, y tanto Don Pedro II como su hija, la Princesa Isabel, nacieron en ese palacio. La construcción está instalada en la cima de una colina en el barrio de São Cristóvão y es uno de los más grandes parques de la ciudad, con aproximadamente 155 mil metros cuadrados. Conserva el paisajismo, monumentos y construcciones originales.
  • Museo del Mañana: Fue inaugurado en 2015 con la presencia del célebre arquitecto español Santiago Calatrava como parte de las celebraciones de las Olimpíadas de 2016. Se caracteriza por un voladizo extendido sobre una plaza de más de 7 mil metros cuadrados. Su colección interpela a los visitantes sobre el futuro de la humanidad. Cuenta con espacios de recreación y ciclovías, pero su característica más singular es un gran espejo de agua que lo circunda y que da la impresión de que el cuerpo flota.
  • Cristo Redentor: Es el más célebre de los monumentos cariocas, por lo que habrá que sortear multitudes para la selfie de rigor. Pero bien vale el esfuerzo: es la más grande escultura en estilo Art Decó del mundo, proyectada por el ingeniero Heitor da Silva Costa e inaugurada en 1931. Ubicada en el Parque Nacional de Tijuca, a 710 metros sobre el nivel del mar, la escultura permite disfrutar de uno de los más bellos paisajes de la ciudad. Se puede subir en tren o en auto. Quienes necesitan evitar los 220 escalones del ascenso, disponen de escaleras mecánicas y ascensores.
  • Museo de Arte Contemporáneo de Niterói (MAC): La Bahía de Guanabara contiene este edificio proyectado por el histórico prócer de la arquitectura brasileña Oscar Niemeyer e inaugurado en 1996. La forma circular del volumen se fragmenta de forma radial, sobre el que se distribuyen las distintas salas y espacios del recinto. Lo que le da un toque particular son los perfiles de acero y los cristales, diseñados especialmente para la obra, una especie de plato volador suspendido sobre el mar.
  • Catedral Metropolitana de San Sebastián: Diseñada por un discípulo de Niemeyer, Edgar Fonseca, el edificio se alza como una pirámide maya en una zona de alta concentración urbana, en el centro de Rio. La forma estructurada puede albergar hasta 20 mil personas y alberga en el sótano un Museo de Arte Religioso con un importante acervo.
  • Museo de Arte Moderno: Inaugurado en 1948, el museo fue edificado por entusiastas y coleccionistas de arte, encabezados por Raymundo Ottoni. El predio, diseñado por Affonso Eduardo Reidy, está en el barrio de Gloria, próximo al Aeropuerto Santos Dumont y al llamado Aterro do Flamengo. Aunque su importante colección se ha visto disminuida en las últimas décadas, aún es un punto de referencia obligatorio del patrimonio carioca.
  • Teatro Municipal de Rio de Janeiro: Inspirado en la obra cumbre de Garnier, el Teatro de la Ópera de París, los arquitectos e ingenieros pudieron entregar la obra en 1909. Construido en una época de enormes reformas urbanas, impulsadas por el alcalde Pereira Passos, se levanta como una de las más emblemáticas de la Bélle Èpoque carioca. Se localiza en la zona conocida como Cinelandia, en el centro de la ciudad.
  • Jardín Botánico y Parque Lage: El legado que Joao VI, el rey de Portugal que se instaló en Brasil escapando de Napoleón Bonaparte, fue decisivo para Rio de Janeiro. Una de sus creaciones fue el Jardín Botánico, inaugurado en 1808, y que aún hoy es centro de investigación y conservación del patrimonio botánico de la zona; entre los monumentos se destacan las estatuas de Eco y Narciso de Mestre Valentim, el Portal de la Academia de Bellas Artes, proyectado por Grandjean de Montigny. A su lado está el Parque Lage, con un total de 52 hectáreas y cuyo punto focal es un edificio de influencia romana, rodeado de una arboleda frondosa.
  • Fuerte de Copacabana: Su estructura original fue inaugurada en 1914 para resguardar a la ciudad de ataques marítimos. En su época fue considerada la más moderna plaza de guerra de América del Sur, y referencia de la ingeniería militar de su tiempo. La edificación tiene forma de casamata abovedada con paredes externas de 12 metros de espesor. En su interior, además del Museo Militar, funciona una sucursal de la Confitería Colombo con una maravillosa vista de la playa de Copacabana.
  • Antigua Catedral de Rio de Janeiro: La Iglesia de Nuestra Señora de Monte Carmelo, antes conocida como la Catedral de Río, fue culminada e inaugurada en 1808. Es una muestra de la magnífica arquitectura imperial portuguesa y representa, para los cariocas, una joya del pasado. Además de edificio religioso, funcionó como casa de despachos de la corte y ahí se llevó a cabo la coronación del rey João VI, en 1816.
  • MAR - Museo de Arte de Rio: Ubicado en la revitalizada Zona Portuaria, hoy llamada Puerto Maravilla. Los viejos edificios del sector fueron restaurados y el que corresponde a este museo, con ocho salas, conecta con un antiguo palacete. La colección de este espacio cultural narra la historia de la ciudad y brinda a sus visitantes un panorama de la evolución de esta urbe, desde su fundación hasta la actualidad.
  • Gabinete Português de Lectura: Es considerada una de las bibliotecas más importantes de Brasil. Fundada por un grupo de inmigrantes portugueses en 1837, alberga más de 350.000 ejemplares, entre ellos la primera edición de la epopeya de Camões, Os Lusiadas, obra fundamental de la literatura portuguesa. El edificio actual es de estilo neomanuelino y fue diseñado por el arquitecto Rafael da Silva e Castro. Sus salones de lectura son muy representativos de la arquitectura lusa.
  • Palácio do Catete: Desde 1897 hasta 1960 el edificio fue sede del poder ejecutivo brasileño. Desde la década de 1970 integra el Museo de la República junto con otras instituciones. Construido en 1858 por el Barón de Nova Friburgo, está emplazado sobre un predio, con varias lagunas artificiales, extendidas visualmente hasta la Playa de Flamengo. Fue escenario de dos muertes presidenciales: la de Alfonso Pena, en 1909, y el suicidio de Getúlio Vargas, en 1954.
  • Iglesia de la Gloria de Outeiro: Este templo católico de estilo barroco es una de las joyas coloniales más importantes de Brasil. Data del siglo XVIII y su planta está compuesta por dos octógonos, dándole así forma de ocho. Escenario de acontecimientos destacados, sobre todo durante el período imperial, fue objeto de restauración en el año 2006 y hoy en día es considerada una peculiaridad arquitectónica de raigambre portuguesa con matices de artesanía mestiza en su fachada.