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Litoral | un mix de sensaciones inolvidables

Un encuentro con el verde sublime en la Aurora del Palmar

En las cercanías de la ciudad de Colón en la provincia de Entre Ríos se encuentra “La Aurora del Palmar” uno de los refugios de Vida Silvestre que alberga a las palmeras de yatay y a todo su ecosistema. 

01.08.2017 11:11 |  Turismo & Gestión | 

Esta reserva natural, debido a su importancia ecológica y a la diversidad de su fauna autóctona conforma la escena perfecta para sentir el paisaje y vivir sensaciones en armonía con el ambiente. Remar por el Arroyo El Palmar es una apuesta segura para el asombro del visitante.

Explorar los ambientes protegidos de La Aurora del Palmar, a partir de prácticas ecoturísticas, otorgan a la actividad turística en esta región el sello de turismo responsable. De esta manera se facilitan la interpretación del ambiente y sus recursos, mimetizándose y sensibilizándose de tal manera que la experiencia vivida se vuelve intensa e irrepetible.

Navegar a remo por las aguas del Arroyo El Palmar despierta un mix de sensaciones inolvidables. Es entrar en contacto con la naturaleza para generar un estado de equilibro, donde es posible descubrir los sonidos del silencio, o también percibir las aves que se comunican con sus cantos y los diversos matices de verdes de la vegetación que se reflejan en el agua, al tiempo que los aromas selváticos perfuman el aire para enamorar el alma. Las canoas permiten descubrir estos ecosistemas desde una perspectiva diferente, desde el agasajo panorámico de un arroyo.

La Aurora del Palmar, que protege parte del Arroyo del Palmar, se encuentra situada frente al Parque Nacional El Palmar, compartiendo sus características naturales y topográficas. El área cuenta con un total de 1500 hectáreas de las cuales 200 son de palmeras yatay de más de 300 años, y el resto selvas en galería, pastizales naturales, bosques xerófilos, importantes superficies de pajonales, lagunas temporarias y una extensa avifauna. Desde 1998 es uno de los Refugios de la Fundación Vida Silvestre Argentina, y en el año 2001 fue declarada Reserva Provincial de uso Múltiple por la provincia de Entre Ríos.

Los cursos de agua son considerados como corredores de biodiversidad, siendo el Arroyo El Palmar, de 24 kilómetros de extensión, muy importante para esta región. La reserva provincial Aurora del Palmar protege la cuenca superior de este arroyo que nace allí y recorre 12 kilómetros aquí (el resto dentro del Parque Nacional El Palmar), en esto radica la importancia de La Aurora, además de proteger el único reducto de palmeras de yatay fuera del Parque Nacional. Además este arroyo es parte integrante del sitio Ramsar “Palmar Yatay”, que protege zona de humedales de importancia internacional, involucrando a toda la cuenca del arroyo El Palmar, incluyendo La Aurora, El Parque Nacional El Palmar, y algunas islas del Rio Uruguay.

Un túnel de ingreso a la selva
Hasta llegar a la zona del embarcadero del arroyo es necesario transitar 3 kilómetros por la reserva, una hermosa travesía por los caminos rojizos de la tierra flanqueados por la palmera yatay, una de las especies de palmeras más australes del mundo y que llegan a tener hasta 400 años de edad, que junto a los pastizales típicos de la zona le dan refugio a especies como el zorro gris, mulitas, tatú negro, hurones, entre otros.
Casi al final del recorrido que se realiza en vehículos de doble tracción, en un abrir y cerrar de ojos, es como transitar por un túnel a otro ambiente, los palmares se convierten en una zona selvática, donde la temperatura baja y aumenta la humedad, en donde la vegetación cubre los senderos como en forma de olas, casi cubriendo los espacios, generando una sombra llamativa, ésta es la selva que se presenta en una galería típica de la Mesopotamia argentina.
Allí se respira un aire fresco producido por la vegetación tupida y con aroma selvático, que acompaña el recorrido a pie de 300 metros por senderos, pasarelas y puentes, hasta llegar a la playita donde se encuentran las canoas, es la continuación de la magia obsequiada por la naturaleza.

Navegar por la selva
Con una breve explicación técnica sobre el uso de las canoas a cargo de un guía especializado, se resalta que no es necesario poseer conocimientos previos y que la excursión es apta para todas las edades. Así comienza el viaje entre los túneles formados por la selva en galerías que en ocasiones abraza al arroyo como queriendo crear un puente entre una costa y la otra. Mientras el guía detalla las especies vegetales que se ven en el recorrido como el ubajay, ceibo, mataojos, espina de corona, vira vira, helechos, entre otros, una de las especies llama poderosamente la atención, es el Guayabo Colorado, una árbol característico, rojo, y de corteza muy fría, por su similitud con el arrayán patagónico, a éste se lo denomina el arrayán del norte. Una de las particularidades que tiene el guayabo, es que en él nace la oruga que le da origen a la llamada Mariposa Argentina, una mariposa grande con su inconfundible color celeste, que dependiendo la época del año es posible admirar su vuelo.

Mientras el arroyo genera meandros y playas de arena, durante la excursión es posible visualizar rastros de la fauna, algunos de hábitat nocturnos como los lobitos de río, carpinchos, gato montés, y otros, al tiempo que se escuchan los cantos de las aves que posan para vivenciar un momento de safari fotográfico, o por qué no, sentir el acompañamiento del Martín Pescador durante la travesía.

Esta interpretación del ecosistema, de su flora y fauna, a partir de los sentidos, es posible lograrlo con el acompañamiento del guía, personas especializadas que se capacitan constantemente, no solo para brindar un servicio de calidad sino para trasmitir el mensaje de conservación de los recursos, el objetivo es disfrutar de la naturaleza y al mismo tiempo sentir la protección ambiental como responsabilidad propia.

Finalmente, y antes de emprender el regreso al área de servicios, el guía propone hacer un minuto de silencio para rememorar la experiencia vivida, y además para llevarse el aprendizaje de la conservación de las palmeras de Yatay, la selva en galería, los pajonales de inundación, los pastizales de lomada y las hermosas playas de arena blanca, en definitiva, toda la reserva natural, una verdadera opción de aventura y esparcimiento en la naturaleza.